sábado, 1 de diciembre de 2012

Hobsbawm sobre la revolución industrial británica



Durante largo tiempo los historiadores han prestado una atención relativamente escasa a la "revolución industrial" británica. A pesar de algunos esfuerzos, y hasta tiempo muy reciente, el problema general palideció un ligero descuido o más bien un oscurecimiento. Es que la moda de negar la existencia misma de la revolución industrial ganó considerable terreno entre la primera y la segunda guerra. Esta manifestación de oscurantismo histórico tiene su origen, probablemente, en una desconfianza general por las revoluciones y en una inclinación, no menos difundida, en favor del cambio lento y gradual. Como afirma T. S. Ashton "es peligroso descuidar el hecho esencial de la continuidad". El argumento preferido contra la existencia de la revolución industrial es que el capitalismo "tuvo su origen mucho antes de 1760 y alcanzó su desarrollo pleno mucho después de 1830", es decir que entre esos años se produjo a lo sumo una "evolución acelerada", pero ningún  cambio imprevisto, ni de fondo.
Esta opinión se difundió ampliamente entre los historiadores no marxistas, sobretodo entre los que no se especializan en la historia económica, y naturalmente desalentó cualquier intento de investigar un problema cuya existencia misma era negada.

En Eric Hobsbawm, En torno a los orígenes de la Revolución Industrial,  Siglo veintiuno editores, Madrid, 1971, pp 89-91.


Laura Martínez

3 comentarios:

  1. Hobsbawm, hace referencia al término de la doble revolución: la Revolución Francesa de carácter politico y la Revolucion Inglesa de carácter industrial. Lo define como el establecimiento del dominio del globo por parde de unos cuantos regimenes occidentales sin paralelo en la historia.

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  2. Quizás el proceso de industrialización europeo (llamémosle Revolución Industrial o como deseemos), constituya uno de los mayores cambios en la Historia. Alteró o alentó transformaciones en los equilibrios geopolíticos a nivel mundial, el régimen demográfico, la educación y los sistemas políticos, por poner algunos ejemplos. Su estudio, en mi opinión, ha despertado y siempre despertará interés.

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  3. Quizás el proceso de industrialización europeo (llamémosle Revolución Industrial o como deseemos), constituya uno de los mayores cambios en la Historia. Alteró o alentó transformaciones en los equilibrios geopolíticos a nivel mundial, el régimen demográfico, la educación y los sistemas políticos, por poner algunos ejemplos. Su estudio, en mi opinión, ha despertado y siempre despertará interés.

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