Di Vittorio,
Antonio, coord. (2003): Historia
económica de Europa. Siglos XV-XX. Barcelona, Crítica.
En este libro del profesor de la
Universidad de Bari Antonio di Vittorio, se nos ofrece un claro y ameno repaso en
forma de manual por la evolución de la economía en el espacio europeo. En los
capítulos abordados en este resumen se repasan los cambios y
transformaciones de la actividad preindustrial
y manufacturera a lo largo del s. XVII y XVIII que conducirán a nuevas formas
de producción y principios económicos que darán paso a la era del capitalismo
industrial.
Resumen
A lo largo del s.XVII las
actividades de transformación no sufrieron modificaciones sustanciales, sólo cierto progreso técnico
pero en algunos sectores concretos. Estas actividades de transformación se dan
tanto en el contexto rural como en el
urbano.
- - Por
un lado en la ciudad encontramos el sistema de gremios (taller artesano
organizado de forma jerárquica con un
maestro- jefe del taller, oficiales y aprendices, que ejercía tareas de control
de calidad, asistencia mutua entre los socios etc.) que seguía siendo fuerte
sobretodo en Italia, pero también en España, Alemania y Francia. Sobre el debate por el que cierta corriente
historiográfica acusaba a los gremios de ser un sistema causante del
anquilosamiento económico a fines de la Edad Moderna por causas como el
excesivo control de la calidad de los productos y sobre el tipo de organización
empresarial, el autor considera que estudios recientes han revocado esta visión
y que los gremios supieron responder de forma flexible a los retos del mercado
internacional.
Con la ampliación del mercado hasta llegar a
un mercado internacional a lo largo del s. XIV y XV, los gremios ya no podían proveer
la demanda y fue surgiendo la figura del comerciante-empresario que tendrá un
papel protagonista en la historia económica de la Edad Moderna.
- - Por
otro lado en el campo empezó a emplearse la mano de obra de campesinos para las
manufacturas textiles.
Sin embargo esta división en la
organización de la producción industrial se irá unificando en el seno de un
único sistema (domestic system)a lo
largo del s.XVII : se confiaron a los campesinos los trabajos que mayor
exigencia de trabajo tenían y menos especialización, los artesanos se ocupaban
de operaciones que requería mayor cualificación y delicadeza (más remunerados)
Se establece entonces una división del trabajo. De esta forma se consigue contener
los costes de producción y la necesidad de controlar la calidad del producto.
Surgimiento del putting-out system, este sistema en el comerciante-empresario,
generalmente de un gremio, subcontrataba el trabajo campesino buscando menores
costes de producción. Cabe señalar que
este sistema de organización de la producción se relacionó casi exclusivamente
con el sector textil. ( En otros sectores problemas como la alta
especialización requerida o los obstáculos que suponían las formas de
arrendamiento de la tierra)
Por lo tanto la consolidación del putting-out system no supuso el fin de los gremios que en
regiones como Italia siguieron muy activos, aunque es cierto que hay casos como
Países Bajos e Inglaterra, donde este tipo de organización se debilitó
mucho ya que la actividad manufacturera
se había desplazado completamente al campo.
A lo largo del s.XVII factores
como la baja incidencia de las crisis demográfica y por lo tanto un mayor
desarrollo del mercado interior; la consolidación de una agricultura más
eficiente que permite el trabajo campesino en manufacturas; y la definitiva
consolidación del comercio internacional convertirán a países como Inglaterra y
Países Bajos en los mayores productores
de manufacturas, con ciudades puntos de referencia en la economía
internacional.
Protoindustrialización
s.XVIII
Franklin Mendels acuñó este
término para describir ese proceso de producción preindustrial en el que los
comerciantes-manufactureros daban primero los materiales a trabajadores a
domicilio que realizaban la manufactura en sus propias viviendas. Se hace
hincapié en esta definición en la
importancia de la ruralización de la manufactura en el s.XVIII, que se
alejó de los monopolios manufactureros ejercido por las ciudades anteriormente.
Estas manufacturas rurales podían
desarrollarse únicamente en lugares donde existiera un excedente de mano de
obra. Esta protoindutrialización también se vincula con la expansión
demográfica, ya que al necesitar de mayor mano de obra, se incentiva el aumento
de la natalidad.
Surgen problemas con respecto a
este sistema de protoindustrialización, entonces se empieza a considerar la
posibilidad del sistema de fábrica que sustituía la producción a domicilio y
aportaba una mayor flexibilidad para que el empresario pudiera responder a los
cambios en el mercado.
Caso de Bélgica, en el que el autor se centra no sólo por su
especial crecimiento económico durante el s.XVIII, sino como ejemplo de que el
crecimiento económico y la industrialización no tenían por qué ir de la mano a
lo largo del s.XVIII.
Nos encontramos con una región europea rica en recursos
naturales, con una agricultura de las más avanzadas, importantes redes
fluviales y carreteras. Sin embargo en
Bélgica no se produjo un proceso de industrialización tan temprano dado que la
presión por sustituir la mano de obra por máquinas no era tan fuerte en el
s.XVIII ya que había gran cantidad y a bajos costes. Aunque a lo largo de este siglo sí que se
producen avances y cambios como en el sector textil con centros como Gante y Veviers
donde, se vivió un proceso que nos muestra la dirección que va a tomar las
nuevas economías, como es la sustitución de los tejidos de alta calidad por
otros más ligeros y baratos de algodón. Sin embargo este proceso de expansión
de la producción no vino acompañado de una asimilación de las nuevas
tecnologías.
Si que se produce en toda Europa
una progresiva especialización regional
en la producción de manufacturas.
Francia
y el Reino Unido
El autor recurre a la comparación de las
condiciones económicas de Inglaterra con otros países como Francia y Bélgica
para explicar que la primera se convirtiese en lugar donde se establecieron las
innovaciones más decisivas, base de una nueva economía industrial.
Francia poseía de una potente
industria textil, altamente especializada que también habían optado por
tejidos de algodón más asequibles y de menor calidad, además poseía unos recursos
naturales favorables para su economía y una mano de obra abundante.
La abundancia de mano de obra y de recursos a buen precio permitieron que la
industria francesa creciera sin dificultades,al contrario que en Inglaterra que
ante la falta por ejemplo de madera y
carbón provocaron la aparición de nuevos inventos para evitar la dependencia de
estos productos.
Esta rápida difusión de las nuevas tecnologías como las de la hilatura
implicó una serie de efectos en cadena que supusieron un estímulo para otras
ramas de la industria y el comercio. Pero
la eficacia económica de estas
innovaciones técnicas sólo fue posible por la fuerza de la demanda interna y
externa, principal diferencia entre la Inglaterra del s.XVIII y países
como Francia y Bélgica.
En Inglaterra el dinamismo de los
mercados internos y externos provocaron un gran crecimiento económico, la
industria inglesa cubría mercados de gran volumen y bajo coste, mientras que en
el mercado francés se comerciaban productos manufacturados de gran calidad, en
un mercado más pequeño.
Otras regiones manufactureras preindustriales en Europa
Renania, trabajo del metal y de minería; Berlín, importante industria de la seda; en tierras de los Habsburgo como Bohemia y Moravia con uno de los mayores índices de manufacturación, producción de lana, algodón y lino, llegada temprana de las nuevas tecnologías que mecanizaron la hilatura en el s.XVIII, de hecho podía haber llegado a una industrialización temprana pero la política proteccionista Habsburgo lo impidió. Cataluña, desarrolló un nuevo y floreciente sector manufacturero basado en el estampado y tinte de telas importadas de calicó.
Grupo
3 Patricia Esteban, José Javier Fuentes, Alejandro Fernández Palmero, Julia
Aguilar.
hola
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